Hilo de Psicología Positiva
Psicología de la Salud.
La psicología positiva y la psicología de la salud comparten mucho en común según Taylor y Sherman (2004).
Los psicólogos de la salud desde hace ya largo tiempo venían sospechando que las emociones negativas nos pueden enfermar y que las emociones positivas pueden ser beneficiosas.
Sin embargo no es hasta hace pocos años que se desarrollaron unas bases científicas y biológicas se desarrollaron para investigar estas presuposiciones.
Nuestro conocimiento de la relación cuerpo y mente afortunadamente a avanzado dramáticamente en las últimas décadas. L
as investigaciones de Cohen y Rodriguez (1995), de Friedman y Boot-Kewley (1987) Salovey, Rothman y Rodin (1998), Taylor (1999), Vaillant, (1997 y 2000), afirman que el estrés, la rabia, el resentimiento, la ansiedad y la preocupación son realmente amenazas potenciales para la salud.
Las vías y los mecanismos involucrados son complejos y se están apenas comenzando a entender con mayor profundidad, estos involucran al cerebro, el sistema nervioso, el sistema endocrino, y al sistema inmunológico según Maier, Watkins y Fleshner (1994). Además toda una variedad de investigaciones, como las de Cohen(2002), Kiecolt-Glaser & Glaser, 1987; Ray, 2004; Vaillant, 1997) demuestran que las personas que han atravesado largos periodos de extremo estrés se convierten en seres mucho más vulnerables a las enfermedades, una de las razones es que el estrés y las emociones negativas suprimen el funcionamiento del sistema inmunológico y reduce la habilidad del cuerpo para combatir las enfermedades.
Los psicólogos positivos están realmente interesados en los estudios recientes que sugieren que las emociones positivas tienen efectos iguales a las emociones negativas, pero en dirección opuesta, es decir hacia el bien-estar.
Las emociones positivas parecen restaurar o preservar la salud tanto mental como del cuerpo.
Parece que ponen en marcha un número de procesos físicos, psicológicos y sociales que realzan nuestro bien-estar, salud emocional, nuestras habilidades para enfrentarnos a lo negativo, y también incrementa nuestro funcionamiento intelectual.
Según Fredrickson (2002) las emociones positivas como alegría, júbilo, regocijo, deleite, satisfacción, interés, amor, pasión, afición, cariño, querer, amar, orgullo, amor propio, “Todas comparten la habilidad de ampliar los repertorios de pensamiento-acción y de construir recursos personales duraderos, perdurable, que van desde lo físico , intelectual a los recursos psicológicos y sociales”
Nuestro creciente conocimiento de los procesos fisiológicos que subyacen a las emociones le provee a la psicología positiva un fundamento biológico. Parece entonces razonable concluir que las emociones positivas tienen tanta significancia biológica y evolucionaría como las emociones negativas que tanta atención e investigación han atraído. Consistentes con el objetivo de restaurar un balance en el campo de la psicología, la psicología positiva enfatiza el examen de los valores de las emociones positivas en nuestras vidas.
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